Al final, el pequeño naranja encontró nueva familia y nuevo nombre: Ron

Todo se complicó cuando recibimos una llamada de los primeros adoptantes del pequeño gatito naranja, comunicándonos que, por problemas con el casero tenían que devolvernoslo. Un mal trago para todos, incluído ellos, pues no lo esperaban. Menos mal que este superviviente precioso, no extraña nada y desde el primer momento empezo a correr y jugar de nuevo como si nada hubiese cambiado. Ha estado cuatro días con nosotros y ayer lo llevamos hasta Verín, donde su nueva "mama" Elena lo recogió y ahora estará tan feliz en con su nueva familia en Tuí. Nos dicen que su nuevo nombre es Ron (por lo que ronrronea) que el gusta tomar el sol en la terraza y que se lleva fenomenal con sus nuevos hermanos (gato y perro)
Gracias a Elena por adoptarlo, por esperar a este angelito que, sin duda, se merece lo mejor.
Como siempre decimos, la vida suele recompensar las buenas acciones. A Elena ya le debe, al menos, una.