Sua (Suave) y Lia en su nueva casa

Estas dos gatitas tenían una historia demasiado habitual: abandonadas, una de ellas con la pata rota, sobreviviendo como podían en la calle. Alguien se cruzó en sus vidas en un caso para llevarla a la protectora en un estado deplorable y en el otro para tener la paciencia de ganarse su confianza y encontrarle, también en la protectora, una posibilidad de salir adelante. Suave fue operada y estuvo casi un mes en casa, recuperándose de una operación complicada. Gatita paciente, tranquila, ... y valiente.
Lua, con sus preciosos ojos azules que enamoran, fue poco a poco siendo más sociable, buscando las caricias y dejando atrás el miedo de toda una vida en la calle. Luna se marchó después de los meses más felices y tranquilos de su vida (seguró que donde esté, maullará feliz)dejando un hueco en el corazón de sus "mamás" para que se decidiesen por la adopción de estas dos preciosidades, cambiando su vida para siempre; ya no hay miedos, ni hambre, ni terror al ver a las personas acercarse. Ahora son ellas las que se acercan a buscar caricias y a dar su cariño incodicional a quienes, sin pedirlo, les dieron todo.
Como ellas no pueden expresarlo con palabras, lo hacemos nosotros: GRACIAS.