No te olvidamos, pequeña.

El viernes por la mañana Luna, la gatita que Manoli y Ana adoptaron, murió. Desde el principio sabían que tenía leucemia, que estaba mal de su patita izquierda, pero no les importó, siguieron adelante y le dieron una casa, una familia con la que estar, a quien querer y ser correspondida.
Ha pasado mil problemas, pero ahí han estado sus "mamás" para llevarla al veterinario, cuidarla, pasar todo el tiempo necesario a su lado y disfrutar de los momentos en que se encontraba mejor y pedía mimos y caricias que nunca le faltaron. Es una situación dura, más cuando pones todo de tu parte para que el desenlace previsible sea lo más tardío posible. Pero estos casi seis meses estarán siempre en su recuerdo, en nuestro recuerdo y, aunque tú no lo sepas pequeña, te hacen inmortal.
Gracias Manoli, gracias Ana, gracias Rebeca por recogerla cuando todo el mundo la dejó de lado. Seguró que nunca estuvo tan feliz como en estos últimos meses.
Ojalá la vida os devuelva una mínima parte de lo que le habéis dado a esta pequeña.